Los piojos de la cabeza son pequeños parásitos que viven sólo en la cabeza. No transmiten ninguna enfermedad. La única complicación posible es la infección de la piel por rascado.
La picadura es indolora, pero el paciente desarrolla alergia a la saliva del parásito y esto produce picor de intensidad variable, que puede comenzar días o semanas después de la infestación. Las picaduras a veces pueden verse como pequeños granitos rojizos en el cuero cabelludo o en la nuca.
Los piojos no vuelan ni saltan, pero trepan bastante rápido por el pelo y pueden pasar de una cabeza a otra si hay un contacto directo (“pelo con pelo”).
Esto es más frecuente en las escuelas y en las guarderías, algunos niños tienen piojos con más facilidad que otros. Aunque en teoría es posible, es poco probable el contagio por contacto de la cabeza con tejidos (toallas, reposacabezas, sábanas, gorros) u objetos (peines, horquillas) con algún piojo vivo o liendre viable. El contagio puede producirse mientras haya un piojo vivo en la cabeza de la persona parasitada, de aquí la importancia de eliminar todas las liendres.
Los piojos son difíciles de ver porque suelen estar cerca del cuero cabelludo, son pequeños, tienen un color parecido al del pelo y en muchos casos habitan cabelleras abundantes.
Si tras una inspección meticulosa y con buena luz no se ve ninguno, la forma ideal de encontrarlos es mojar el pelo con crema suavizante (lo que les impide moverse) y pasar un peine de púas bien juntas o una lendrera.
Se debe peinar de la raíz a las puntas, limpiando el peine con un papel o trapo blanco en el que miraremos si sale algún piojo. Si tras peinar meticulosamente toda la cabeza no sale ninguno es muy poco probable que los tenga. En general se extraen 5 a 10 piojos de diverso tamaño. Los grandes se ven sin dificultad, pero para diferenciar los pequeños, generalmente se requiere una lupa.
Una forma menos fiable de diagnóstico es buscar liendres. Para ello, también se necesita buena luz y buena vista (o una lupa). Si hay liendres es seguro que hubo piojos. Si las liendres están cerca del cuero cabelludo y hay picor seguramente es porque sigue habiendo piojos vivos.
¿Qué hacer si se está infestado?
Debe tratarse al niño afectado y a los demás miembros de la familia afectados al mismo tiempo. Los niños no parasitados no deben tratarse, sin embargo deben utilizar un spray protector como medida de prevención. Se recomienda que un alumno afectado no asista a la escuela hasta que no haya hecho el primer tratamiento.